La minería de gran porte permitirá sustentar una industria de base, generar miles de puestos de trabajo, aumentar la descentralización y diversificar la matriz productiva, subrayó el ministro Roberto Kreimerman en el seminario “Minería de gran porte y desarrollo industrial”, realizado en la sede del PIT-CNT. Kreimerman precisó además que el Estado recaudará entre el 40 % y 60 % de las ganancias, en función del precio internacional del hierro.

El ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, fundamentó en la primera parte de su exposición la relación entre la estructura productiva, los ciclos económicos y la distribución del ingreso. “La estructura económica es determinante de los ciclos de crecimiento y de las crisis; además, el grado de dependencia tecnológica es lo que hace que los ciclos de crecimiento sean de una mayor o menor justicia social”, aseveró.

El jerarca recordó que Uruguay presentó ciclos de crecimiento en la década de 1910, cuando se integró al mundo mediante la exportación de productos primarios; en la década del ’50, cuando el crecimiento se dio en base a sustitución de importaciones, pero con una fuerte dependencia de tecnologías importadas; y en la década del ’90, cuando el crecimiento se basó en los servicios financieros y los productos primarios.

Kreimerman precisó que estos períodos de crecimiento fueron seguidos de profundas crisis y además no siempre fueron acompañados de una mejora en los ingresos de los sectores populares. Uno de los principales determinantes de esta situación, según Kreimerman, fue el poco grado de diversificación de la economía uruguaya.

Seguidamente el ministro se refirió a los grandes cambios productivos ocurridos en el mundo. Destacó en tal sentido la conformación de cadenas de valor, donde la producción se organiza en múltiples eslabones, muchos de los cuales se deslocalizan. Kreimerman ejemplificó que los procesos con un fuerte componente de la mano de obra se trasladaron a China y el sudeste Asiático.

Desarrollo industrial

El ministro señaló que para profundizar el desarrollo industrial del país se necesitan al menos tres componentes: contar con disponibilidad energética, tener un buen sistema de telecomunicaciones y desarrollar una industria de base.

Señaló que el Gobierno desarrolló los dos primeros aspectos gracias al rol protagónico de las empresas públicas. “A su vez, actualmente, trabaja para apuntalar el desarrollo industrial de base, de la mano de las maquinarias, los servicios y la siderurgia, entre otros aspectos”, precisó.

Agregó que será fundamental la explotación de la minería metalífera, que se volvió rentable para nuestro país en los últimos años debido a factores internacionales, como una menor oferta, una mayor demanda y la suba de los precios”, aseguró.

Kreimerman destacó modificaciones normativas efectuadas en 2011 al Código Minero, así como la aprobación de la Ley de Minería de Gran Porte (19.126). “Ellas añadieron exigencias, como el pago del canon basado en la facturación y no en el volumen de producción, lo que aumentará las ganancias del Estado”, subrayó.

La ley, además, «tiene como eje el estímulo de una minería» que se constituya en «cadena de valor», añadió. Por ello, el 15 % del mineral extraído que se exporte debe ofrecerse al mercado interno. «El desarrollo industrial nacional debe tener una base física», afirmó.

Por otra parte, el titular del MIEM sostuvo que habrá «reglas rigurosas de control ambiental» en todo el ciclo minero, y que los recursos naturales deben generar activos para el futuro. Por ello la ley estipula un Fondo de Solidaridad Intergeneracional.

En el plano tributario, resaltó que se agregó un impuesto progresivo a la minería de gran porte, vinculado a las ganancias extraordinarias que puedan surgir en función de los precios internacionales. Esto garantizará que en Uruguay queden entre el 40 % y 60 % de las ganancias de un proyecto de minería de gran porte.

En cuanto al proyecto de Aratirí, el jerarca lo definió como «muy importante» y «conveniente», y recordó que está vigente un plazo de 360 días —a partir del 4 de diciembre de 2012— para firmar el contrato. No obstante, señaló que no se arribará a este acuerdo «bajo cualquier condición», y por ello se requieren «seguridades» y «garantías» a la empresa, algo que explica los plazos con los que se trabaja. Si este no se concretara antes de los 360 días, habrá una prórroga de 60, y luego el proyecto se revertirá al Estado.

El ministro finalizó su intervención asegurando que la minería de gran porte «sí es conveniente para el país», ya que permitirá sustentar una industria de base, generar miles de puestos de trabajo, aumentar la descentralización y diversificar la matriz productiva. Aseguró que de este modo podrá cambiar «para bien» la historia del país, nuestra economía y nuestras posibilidades de crecimiento de la riqueza con justicia social. «El país se lo debe», afirmó Kreimerman.

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Fuente: Presidencia