La red de comercialización que une a microproductores del Interior de Uruguay con empresas y clientes finales cuadruplicó sus ventas en 2020, con respecto al año anterior, y apuesta en 2021 a la internacionalización de algunos de sus productos y de su modelo de negocio

Mariana Chilibroste es oriunda de Mercedes, psicóloga y consultora en gestión estratégica de personas. Diego Fraga es de Montevideo, diseñador industrial, especialista en gestión y liderazgo en equipos de innovación. En 2016 ambos se convirtieron en emprendedores sociales al unir fuerzas y talentos para crear Sellin, una red de comercialización que une a microproductores del Interior de Uruguay con empresas y clientes finales.

“Somos una empresa de triple impacto que a través de la innovación social, desarrolla oportunidades para que micro y pequeños productores de todo el país puedan crecer de manera sostenida y vivir de su trabajo”, explican en su web. El emprendimiento apuesta a que esos productores que no tienen dónde ni cómo vender sus productos, puedan hacerlo a través de una plataforma digital y del propio equipo de Sellin que hace de puente para que puedan acceder al sector corporativo.

Chilibroste y Fraga llevan recorridos más de 57.000 kilómetros dentro de Uruguay en busca de productores y artesanos que quieran sumarse a su red, que actualmente está compuesta por unos 400 emprendedores.

El catálogo de productos que ofrecen es muy amplio y variado: desde mermeladas, vinos, cervezas, alfajores, tablas de madera o alfombras hasta tapabocas y alcohol en gel. “Y si el cliente quiere algo que no está en el catálogo, lo buscamos: si alguien lo produce en Uruguay, seguro podemos conseguirlo”, dicen.

Compras con impacto
Un concepto guía de este proyecto y que sus fundadores recalcan es el de “compras con impacto”. “Siempre decimos que elegir nuestros productos es hacer una compra con impacto social en múltiples niveles: ayuda al desarrollo económico de los microemprendedores de la red, revaloriza su trabajo, fomenta el arraigo territorial y contribuye a hacer del comercio justo una realidad en la sociedad”, sostienen en su web.

Por eso apelan a que las personas encargadas de tomar las decisiones de compra dentro de las organizaciones los conozcan y vean en Sellin una oportunidad para hacer compras con impacto positivo, además de un socio estratégico que les ofrece una solución integral que se acomoda a los plazos, requerimientos y formas de pago de la empresa. “Comprarle a Sellin es un proceso de compra normal para la compañía”, aclaran.

Reconocimientos
Sellin se llevó el primer lugar en los premios EmprendO 2017 de El Observador y en 2018 fue el emprendimiento seleccionado para competir en representación de Uruguay en la semifinal del certamen global Chivas Venture, que premia a los emprendimientos que generan impacto positivo en la sociedad.

El mismo año ganó la tercera edición en Uruguay de Experiencia Startup Nation, que le permitió a su cofundadora Mariana Chilibroste viajar a Israel para participar del evento Start Haifa 2018, para conocer el ecosistema emprendedor israelí y poder vincularse con otros emprendedores, inversores, incubadoras y una amplia red de mentores.

Las dos caras de la moneda
La llegada de la pandemia implicó un doble reto para Sellin en 2020. Por un lado, porque afectó de forma directa a muchos microproductores —tanto de la red como fuera de ella—, que debido a la suspensión de eventos e instancias turísticas se quedaron con stock acumulado y sin lugares donde vender, lo que impulsó a Fraga y Chilibroste a pensar alternativas para ayudarlos, como las canastas Codo a Codo.

Por otro lado, la pandemia también les trajo una oportunidad: los consumidores y las empresas comenzaron a tener una mirada más reflexiva y consciente sobre sus compras y Sellin se presentaba como una excelente opción de consumo responsable y con impacto. Esto lo supieron aprovechar y se vio reflejado en las ventas, que a la fecha llega a los casi 35 mil productos, lo que representa cuatro veces más de lo vendido en 2019.

Sellin para todo el mundo
En este momento la empresa se encuentra en plena zafra —por la venta de canastas y regalos corporativos de fin de año—, está preparando el lanzamiento de Sellin Familia, una línea pensada para el consumidor final y por finalizar la ejecución del fondo para internacionalización obtenido de la ANII. “Estamos abocados a la internacionalización en dos líneas de acción concretas y distintas, una es llevar los productos de Sellin que tienen mayor potencial de exportación a otros mercados —tenemos el foco puesto en el europeo— y la otra iniciativa es llevar el modelo Sellin a otros lugares, sobre todo de Latinoamérica que viven realidades y desafíos muy similares a los que viven los microproductores en Uruguay”, explica Fraga.

Fuente: El Observador