En Uruguay, los principales actores del comercio internacional coinciden en definir a la logística como el puente indispensable para vincular la producción con el mercado, favorecer la conectividad y agregar valor a los productos. A partir de allí, se destaca el rol que cumplen los centros logísticos aeroportuarios, portuarios y la modernización de las aduanas en el mejoramiento de la competitividad.

El primer gran paso ya fue dado. Partidos políticos, trabajadores organizados y empresarios, suscribieron un acuerdo para plantear un Uruguay logístico como objetivo al año 2030.

“Es necesario mejorar la infraestructura en el transporte vial, portuario, aeroportuario y ferroviario para que Uruguay sea un polo logístico en 2030”, dijo el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado en la apertura del seminario internacional “La logística y sus implicancias en el desarrollo regional”, llevado a cabo en Montevideo.

Del evento también participaron el secretario General Iberoamericano (Segib), Enrique Iglesias, y el jefe de Operaciones y encargado de la representación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Uruguay, Miguel Taborga.

Para Enrique Iglesias “la infraestructura ha sido fundamental en las últimas décadas, como forma de acompañar la crecimiento de las exportaciones y vincular a la sociedad con la gran expansión económica internacional. Las políticas de inversión en infraestructura, principalmente en carreteras, puertos, ferrocarril y aeropuertos, deben ser integradas y coordinadas con mirada a largo plazo”.

El directivo anticipó que la logística será el tema de debate central en la próxima Cumbre Iberoamericana a realizarse en octubre en Panamá.

Más cargas

El secretario de la Segib destacó que, en 2003, las cargas en granel, madera, cereales, leche y carne, en Uruguay, alcanzaban los 3,6 millones de toneladas, en 2010 llegaron a 16 millones y medio, en 2013, 20 millones y en 2015 serán 27 millones de toneladas. “Estos números demuestran que la infraestructura es un tema importante y que el país debe enfrentar para sostener la expansión económica”, señaló el directivo.

Pintado basó su exposición en cuatro temas: adónde está mirando una parte del mundo para invertir; los datos concretos de Uruguay; el rol del país, y las tareas y deberes a futuro.

El ministro indicó que algunos países europeos tienen la mirada puesta en América latina y, especialmente, en América del Sur. “Hay que hacer que esas miradas se detengan y las inversiones lleguen a la región. Para eso, debemos captar, promover y hacer un esfuerzo en la logística de transporte, porque tiene un papel sustancial para bajar costos”, aseguró.

En cuanto a los datos de Uruguay, puntualizó que hay 300 empresas que realizan exportación de servicios logísticos, emplean a 14 mil trabajadores, con una facturación de USD 1.200 millones y un valor agregado de USD 750 millones, y han invertido en los últimos tres años un promedio de USD 133 millones.

“La logística es uno de los sectores que más ha crecido en cuanto a dinamismo y productividad para agregar valor a los productos y servicios”, afirmó el funcionario.

Pintado destacó las inversiones que ha realizado el Ministerio, desde 2008 a 2013, pero opinó que “no se puede pretender que en poco tiempo se resuelva un abandono de décadas en inversión y mantenimiento de la infraestructura vial y ferroviaria”. Dijo, además, que la infraestructura debe ser acompañada con una mayor competitividad de la actividad portuaria.

“Aspiramos a la complementariedad regional. Nuestra idea no es sustituir puertos o aeropuertos, sino agregar elementos competitivos para agregar valor, bajar los costos y solucionar los cuellos de botella con la reducción del tiempo para la colocación de la producción en el mercado”, afirmó el titular de la cartera de Transporte y Obras Públicas.

Sobre los objetivos, reseñó la mejora y el aumento en la conectividad, tanto en el transporte de carga como en el de personas, el comienzo de la construcción del puerto de aguas profundas, puerto de La Paloma, Puntas de Sayago, la rehabilitación del ferrocarril para la interconexión con Brasil, y el aeropuerto binacional en Rivera. Asimismo Pintado reconoció que, entre las tareas y deberes pendientes, se encuentra los proyectos a largo plazo, como la conectividad oeste-este, entre Santiago de Chile y San Pablo, el fondo de mantenimiento vial y el pago por uso y desgaste de la infraestructura.

Fuente: Web Fundación Nuestro Mar