La Sección Uruguaya de la Organización Mundial para las Mujeres en la Ciencia en el Mundo en Desarrollo (OWSD) reúne a casi 100 investigadoras
El emblemático sol de mayo de 1810 que representa el movimiento de independencia que revolucionó el Río de la Plata, este año también estará asociado con otro desafío: el de las científicas uruguayas que se unieron para acercar la ciencia a las más jóvenes y colaborar con el desarrollo más igualitario de su carrera profesional.
Ese sol es el que está en el centro del logo de la nueva “Sección Uruguaya” de la Organización Mundial para las Mujeres en la Ciencia en el Mundo en Desarrollo (OWSD), una agrupación con sede en Trieste, Italia, que nuclea a investigadoras con posgrados de todo el mundo reunidas por continente y por secciones nacionales. En esta estructura ingresó la Sección Uruguaya, que se presentó este jueves en una reunión pública realizada en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable
Así, lo que empezó en 2016 como una idea que la matemática Jana Rodríguez Hertz —ex grado 5 de la Facultad de Ingeniería de Udelar y actual presidenta de OWSD América Latina— compartió vía Twitter con otras científicas uruguayas se concretó ahora, y tuvo un debut muy promisorio. “Me empecé a mover con Jana para llegar a las primeras 20 integrantes”, cuenta hoy la bioquímica Ana Inés Zambrana, tesorera de OWSD Uruguay y una de las impulsoras de la iniciativa. “Ese año defendí la maestría y luego quedó en espera para seguir sumando integrantes. En 2018 llegamos a unas 60 y Jana organizó una votación electrónica para elegir la directiva. Las cuatro votadas nos empezamos a reunir para crear el capítulo que fue aprobado por la OWSD en abril de este año. Una cosa llevo a la otra y hoy somos casi 100”, relató a El Observador con entusiasmo.
La nueva agrupación reúne a científicas de todas las edades, disciplinas y centros del país; hay bioquímicas, sociólogas, químicas, politólogas, matemáticas, médicas, físicas, entre otras, y ya son 93, la misma cantidad que tienen los grupos de Argentina y Brasil. Esto no solo refleja el interés de las científicas uruguayas sino también el impulso que le ha dado la comisión directiva del nuevo grupo, integrada por Zambrana, la meteoróloga Madeleine Renom —que preside OWSD Uruguay y además es titular del Instituto uruguayo de Meteorología (Inumet)—, la química farmacéutica Silvia Batista (vicepresidenta) y la bióloga Ivanna Tomasco (secretaria).
Esta comisión, de manera voluntaria y buscando financiación externa, ha trabajado durante más de un año para poner en marcha al grupo. Y no se quedó solo en el papeleo. Después de crear su propio logo —un diseño de la licenciada en química Soledad Machado—, en noviembre de 2018, junto con la bioquímica Nancy Ghan, OWSD-Uruguay creó el programa “Quiero ser científica”, destinado a la formación de investigadoras como mentoras y comunicadoras de ciencia y a la organización de talleres para chicas de todo el país de entre 16 y 18 años para hablar y trabajar sobre qué es ser científica.
En mayo de 2019, la convocatoria de este programa —que contó con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Uruguay, el Pedeciba y el Plan Ceibal— recibió a 30 científicas que participaron en la capacitación y que luego fueron las mentoras en los talleres en los que se anotaron 140 alumnas de bachillerato de 14 departamentos. Juntas, mentoras y estudiantes, trabajaron diseñando proyectos científicos que competirán entre sí en una instancia final. Actualmente se están evaluando los proyectos presentados y de ellos se elegirán cuatro que recibirán financiación para ponerlos en práctica. La entrega de premios será el 16 de noviembre en el Plan Ceibal.
“En esta primera fase, la estrategia que nos planteamos es acercarnos a las más jóvenes y ayudar a que más mujeres se sumen a carreras científicas”, dijo Renom a El Observador. Asimismo, destacó que la creación de la Sección Uruguaya “es como un paraguas para algo que ya existía, pero que ahora tiene una organización que lo respalda”. Los próximos pasos del grupo son continuar con el programa “Quiero ser científica” y sumar proyectos para el desarrollo profesional de científicas. Para eso necesitan financiación, porque el vínculo con OWSD mundial no incluye ayuda económica para el funcionamiento. Sin embargo, entre los beneficios para las asociadas, la OWSD cuenta con programas de apoyo económico para viajes y estadías cortas y, en algunos casos, doctorados.
“El lanzamiento de OWSD-Uruguay me llena de orgullo”, dijo Jana Rodríguez Hertz, actualmente profesora de la Southern University of Science and Technology, en Shenzhen, China, donde vive actualmente. “Este grupo fue el primero en la historia de OWSD en elegir autoridades por votación de sus miembros iniciales de manera electrónica. Esto sentó un precedente en la organización central, que estudia replicarlo a nivel global”, detalló a Cromo vía correo electrónico.
“Contar con un capítulo nacional que nuclee a la mayor cantidad de científicas de Uruguay es importantísimo, porque permite generar redes de colaboración y mentoreo para las más jóvenes. Esto, sin dudas, enriquece a la ciencia uruguaya. Por otro lado, las mujeres científicas tienen problemáticas específicas dentro del ya difícil mundo de la ciencia. El techo de cristal está documentado y es un tema cuyas causas aún no terminamos de desentrañar, pero que incluyen varios factores que debemos empezar a descubrir. Por esta razón, generar redes que nos permitan crecer laboralmente a la vez que estrechamos vínculos y compartimos experiencias es de enorme importancia para las científicas y los científicos uruguayos”, agregó.
A partir del lanzamiento del grupo, Rodríguez Hertz alentó a seguir las novedades de la Sección Uruguaya a través del Twitter @OWSDUY y el Instagram @owsd.uy, y sobre todo a acercarse a la OWSD. “No es un ‘Club de la pequeña Lulú’”, destacó Renom, haciendo referencia al personaje infantil animado, pero a la inversa, porque en la historieta uno de los niños protagonistas tenía un club exclusivo para varones. En cambio, la OWSD también está abierta a científicos varones, que se pueden unir en la categoría de “amigos”. Las mujeres, en tanto, pueden participar como “miembros plenos” —para el caso de científicas de países en desarrollo que tengan un posgrado en ciencias sociales o naturales— o “miembros”, para aquellas sin posgrado.
“Cuanto más equilibrado es un grupo de toma de decisiones, un cogobierno o simplemente un ambiente laboral, más se diluyen las desigualdades y mejora el trabajo”, concluyó Renom.
Fuente: El Observador