Una delegación del Instituto Antártico del Uruguay y la Facultad de Ciencias se encuentra en la Base Científica Artigas de la Antártida, donde conformarán la primera escuela de verano de introducción a la investigación antártica.
En diálogo con En Perspectiva, el periodista de El Espectador Gonzalo Sobral explicó que los 16 estudiantes y siete docentes de la Facultad de Ciencias están trabajando en cinco líneas de investigación en aulas teóricas y en trabajo práctico en las inmediaciones de la base científica.
Una de esas líneas de estudio tiene que ver con un uso más eficiente de la energía que se utiliza en la Base, la cual se surte anualmente de 150.000 litros de combustible que convierten en energía eléctrica para generar calor en los calefactores e iluminación. Además, se usa el combustible para mover las máquinas que se usan en las tareas diarias de la Base Artigas.
“Por una iniciativa de un grupo de ingenieros de UTE que trabaja en el área de eficiencia energética, el jueves presentaron un plan de cómo mejorar la eficiencia. Ellos creen que eso puede llevar a reducir cerca de un 40% la cantidad de combustible que aquí se utiliza. Sin duda, por fuera del ahorro económico que alguien puede pensar que allí está vinculado, se disminuye muchísimo el impacto ambiental porque obviamente ese combustible fósil al quemarse emite gases de efecto invernadero”, explicó Sobral.
El plan consiste reciclar el calor que emiten las máquinas de la base cuando están en funcionamiento para calentar el agua que se usa en las duchas y la calefacción de la base.
La temperatura media de la región antártica es de -17 ° C. En los primeros meses del año se da el fenómeno de verano austral, cuando los días en la Antártida tienen luz casi las 24 horas del día, mientras que en el invierno, los días permanecen en una prolongada penumbra.
Fuente: El Espectador