La Organización Panamericana de la Salud habló de implementación «muy temprana» de medidas de salud pública, cierre de escuelas, «plataforma sólida» de atención hospitalaria, entre otros.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó el martes la respuesta de Uruguay a la pandemia de COVID-19 y reveló «el secreto» para preservar los logros alcanzados cuando el nuevo coronavirus avanza por la región.
«Uruguay es el único país de América del Sur que tiene una tasa de incidencia que baja de manera regular durante las últimas semanas», dijo Sylvain Aldighieri, gerente de incidente para COVID-19 de la OPS, en rueda de prensa.
Desde los primeros cuatro casos anunciados el 13 de marzo, Uruguay ha reportado 956 contagios y 28 fallecidos, lo cual «es una tasa de letalidad baja», apuntó.
¿Cómo logró Uruguay, de 3,4 millones de habitantes, contener la propagación del virus?
Aldighieri destacó la implementación «muy temprana» de medidas de salud pública recomendadas por la OPS, la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS): el distanciamiento social, el cierre de escuelas, las cancelación de eventos masivos, y las restricciones de viajes internacionales.
Al confinamiento voluntario de la población dijo que se sumaron otros factores, como la capacidad ampliada del país de hacer pruebas diagnósticas, y el hecho de disponer de una «plataforma solida» de atención hospitalaria.
¿Es posible para Uruguay mantener esta excepcionalidad teniendo como vecinos a Brasil, el segundo país más afectado del mundo por la pandemia, y a Argentina, que el lunes registró un récord de 75 muertes por COVID-19 en un solo día?
Aldighieri cree que sí, pero a pesar del bajo número de contagios, el reinicio de las actividades, paralizadas con los cierres de los primeros tiempos de la pandemia, debe ser muy cuidadoso.
«Para conservar esos logros, el secreto está en los ajustes graduales a las medidas de salud pública en un contexto de detección y rastreo de contactos muy fuerte, y de una capacidad de laboratorio expandida que responda rápidamente a las necesidades de investigación», dijo.
El epidemiólogo indicó que otro aspecto importante de la respuesta uruguaya fue la prevención de la gripe estacional antes de que se instalara el invierno austral, donde son usuales los brotes de influenza.
«Quisiéramos destacar, además del fortalecimietno de la vigilancia (de COVID-19), la importancia de haber llevado a cabo campañas de vacunación por la influenza», dijo Aldighieri.
La directora de la OPS, Carissa Etienne, llamó a los países del continente americano, epicentro actual de la pandemia, a mantenerse alertas y seguir siempre lo que indique la ciencia.
«Los últimos seis meses han sacudido nuestro mundo. Los próximos seis meses no serán más fáciles y no podemos bajar la guardia», dijo.
Fuente: El País