En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca destaca las principales acciones para la conservación de los ecosistemas que se desarrollan desde sus distintas unidades ejecutoras.
Entre sus lineamientos políticos, el cuidado y la protección de los ecosistemas y las personas es materia fundamental, tal como se refleja en tres de sus seis líneas estratégicas: Intensificación con sostenibilidad ambiental y social, Adaptación y mitigación del cambio climático y Desarrollo rural inclusivo y cadenas de valor.
Entre estas acciones destacadas están los planes de uso y manejo de suelos, que tienen como objetivo prevenir la erosión hídrica, el problema ambiental más importante asociado a la producción agropecuaria. Estos planes son parte de una política que comenzó con un decreto-ley en 1968, a la que en 2013 se agregó la obligatoriedad de la presentación de los planes. Previamente, en setiembre de 2010, el MGAP había comenzado un trabajo de sensibilización sobre el problema y de promoción de la adopción de estos instrumentos como forma de limitar la erosión del suelo. La respuesta de los productores con sistemas agrícolas cerealeros y oleaginosos ha sido muy buena y permite que aproximadamente el 96% del área agrícola tenga al día de hoy planes de uso declarados.
Otra política fundamental es la plataforma de bioinsumos, que promueve el uso autorizado de inoculantes en la producción y tiene origen en una ley de 1967, un proyecto visionario que sigue siendo actualizado y perfeccionado, y que ha permitido un ahorro de millones de toneladas de fertilizantes nitrogenados. Se destaca aquí la promoción del uso y el registro de los agentes de control biológico. En la actualidad, existen diez agentes de control biológico autorizados en Uruguay y dieceisiete en estudio. La útlima autorización otorgada es para un agente que controla la lagarta en soja (principal cultivo de la agricultura uruguaya).
El manejo regional de plagas en la fruticultura mediante la técnica de la confusión sexual, en el ámbito de la Dirección General de la Granja (DIGEGRA), por su parte, ha tenido un gran impacto en la disminución del uso de insecticidas y es resultado de años de investigación conjunta entre la DIGEGRA, el INIA y la UdelaR. Al respecto, compartimos el testimonio de un productor frutícola. También en materia de control ambiental, una innovación importante es la instalación del sistema de monitoreo satelital de aplicaciones de fitosanitarios, que, a través de dispositivos instalados en máquinas aplicadoras terrestres y aéreas, controla cerca de 100.000 hectáreas de soja y permite tener datos en tiempo real sobre las aplicaciones y los productos utilizados. En este sentido, invitamos a ver una entrevista realizada a Federico Montes, Director de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA).
La adaptación del sector agropecuario a la variabilidad y el cambio climático es una de las prioridades estratégicas del MGAP para el diseño y la implementación de políticas, programas e iniciativas. Ejemplos de ello son: la creación del Sistema Nacional de Información Agropecuaria(SNIA), el desarrollo de seguros de índice para algunos rubros, la promoción del manejo sostenible de la ganadería y los ya mencionados planes de uso y manejo del suelo. En 2016, comenzó la elaboración del Plan Nacional de Adaptación a la Variabilidad y el Cambio Climático(PNA-Agro), que será presentado en agosto y está orientado a lograr la adopción de sistemas de producción sostenibles y menos vulnerables a los impactos de la variabilidad y el cambio climático. Además, el MGAP participa en el diseño y la implementación del sistema de monitoreo de los objetivos y medidas de adaptación y mitigación incluidos en la Contribución Nacionalmente Determinada al Acuerdo de París, con importante involucramiento del sector agropecuario.
En el marco del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), el Ministerio realiza el reporte sectorial para la agricultura, la silvicultura y otros usos del suelo. A su vez, es parte del equipo que lidera el proyecto Reducción de Emisiones Causadas por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+) en nuestro país, un mecanismo de pago por resultados que busca contribuir a la mitigación del cambio climático mediante la reducción de las emisiones de carbono por deforestación de bosques nativos y el aumento de los stocks de carbono en bosques. Este año comenzó a ejecutar el Proyecto Producción Ganadera Climáticamente Inteligente, con el propósito de mitigar el cambio climático y restaurar las tierras degradadas, mediante prácticas que produzcan menos emisiones de gases de efecto invernadero, más eficiencia, más productividad y más resiliencia. Además, junto con otras instituciones, trabaja en la elaboración de una Estrategia Nacional de Bioeconomía Sostenible, referida a la sustitución de recursos fósiles por recursos biológicos y que busca atender problemas ambientales, en general, y el cambio climático, en particular.
Por su parte, la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR), unidad ejecutora creada con el fin de promover el desarrollo rural mediante un nuevo modelo de producción, basado en la sustentabilidad económica, social y ambiental, llevan adelante también importantes acciones de protección ambiental. Por ejemplo, el Programa Desarrollo Productivo Rural II está orientado a mejorar la sostenibilidad de las unidades de producción agropecuarias familiares, pequeñas y medianas y para ello, entre otras cuestiones, promueve la adopción de tecnologías climáticamente inteligentes y la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. A su vez, el Proyecto Desarrollo y Adaptación al Cambio Climático busca contribuir a la creación de capacidad nacional para adaptarse a la variabilidad y el cambio climático, particularmente en los casos de ganaderos familiares ubicados en dos zonas vulnerables (Sierras del Este y Cuesta Basáltica).
Además, el MGAP, a través de la DGDR, realiza periódicamente convocatorias con un enfoque de cuidado del medioambiente y adaptación al cambio climático: Más agua para el desarrollo rural (apoyo financiero para la implementación de proyectos productivos de suministro y aprovechamiento de agua), Producción sostenible en la Cuenca de Laguna del Sauce (promoción del cuidado de los recursos naturales, especialmente la calidad del agua), Lechería sostenible en la Cuenca del Santa Lucía (aplicación de medidas de manejo de efluentes del ramo lechero para asegurar la calidad del agua), Ganaderos familiares y cambio climático (apoyo económico a ganaderos familiares para inversiones prediales que aumenten la resiliencia ante la variabilidad y el cambio climático) y Somos de acá ganadero familiar (dirigida a grupos de jóvenes de las Sierras del Este y la Cuesta Basáltica).
En cuanto a las acciones de protección ambiental en la producción pesquera, es la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) la que se ocupa de brindar las orientaciones para la conservación de los ecosistemas que contienen recursos pesqueros y acuícolas. En este sentido, realiza estudios y evaluaciones con enfoque ambiental y de preservación de recursos de los nuevos proyectos pesqueros o acuícolas, monitorea de manera satelital los buques industriales de la flota pesquera nacional, fija las vedas temporales y espaciales para la captura de determinadas especies, e integra las comisiones binacionales para la regulación de la captura de especies compartidas y las organizaciones regionales de ordenamiento pesquero para la regulación de la captura en aguas internacionales, promueve los consejos zonales de pesca.
La promoción de la conservación y el desarrollo del bosque nativo es tarea, dentro del MGAP, de la Dirección General Forestal, que, por ejemplo, promueve la elaboración de planes de mitigación y restauración de bosques.
Además, en el último tiempo ha incorporado como recomendación el manejo por control biológico de la avispa agalladora del eucalipto, importante plaga forestal.
Fuente: MGAP