La sede del Reino Unido en Montevideo logró una certificación internacional de las Naciones Unidas que indica que su actividad no deja huella en el medio ambiente.

El pasado viernes, la Embajada británica en Montevideo anunció que se convirtió en la primera embajada de Reino Unido en el mundo en alcanzar cero emisiones netas, obtener la certificación internacional Carbono Neutral y participar de la iniciativa de Naciones Unidas Climate Neutral Now.

Para lograr ese objetivo, la sede diplomática tomó una serie de medidas y abordó estrategias para reducir su huella de carbono.

El camino comenzó hace más de 10 años, según contó a El País la actual embajadora, Faye O’Connor. “En 2009, uno de mis predecesores decidió instalar algunos paneles solares para calentar el agua de la residencia. Por otro lado, desde hace algunos años en Londres también estaban con una campaña de eliminación de plásticos de un solo uso”, detalló.

O’Connor destacó que en 2019 Reino Unido se convirtió en el primer país del G7 en anunciar el compromiso de llegar a cero emisiones netas en 2050 para lo que inmediatamente se incorporó legislación para lograrlo.

“El equipo de aquí se planteó que sí podía llegar a cero emisiones netas y pusimos manos a la obra con la organización One Carbon World, que es una institución que trabaja con Naciones Unidas en una iniciativa que se llama Climate Neutral Now y su propuesta es ayudar a las organizaciones midiendo, reduciendo y compensando las emisiones y eso fue lo que hicimos en la embajada”, explicó.

El proceso.
Para lograr la certificación de Naciones Unidas, se midieron las emisiones de los edificios y se tomaron decisiones al respecto: se redujo el uso de plásticos, se incorporó la huerta orgánica, la embajadora decidió dejar de calefaccionar la residencia, entre otras medidas amigables con el medioambiente. “Llegamos a las cero emisiones, reduciendo nuestras emisiones reales y compensando con créditos de carbono”, sostuvo.

Y añadió: “Desde mi llegada vi que en Uruguay hay muchas posibilidades porque ustedes tienen un uso muy alto de energías renovables para la electricidad como las represas hidroeléctricas o los molinos de viento”. Y precisó: “Desde que llegué apagué la calefacción en la residencia porque no hacía tanto frío y estamos pensando en cómo cambiar el sistema viejo que usa un tipo de combustible y usar más paneles solares o quizás reemplazar los que tenemos ahora por otros con tecnología más moderna para mejorar el sistema de calefacción”.

La diplomática quiere que cada año la embajada británica renueve la certificación y su objetivo es reducir cada vez más los créditos de carbono que se obtienen principalmente de un proyecto de reforestación ubicado en el departamento de Treinta y Tres, al tiempo que se continúe reduciendo cada vez más las emisiones reales de los edificios.

«Además, estamos haciendo más esfuerzos desde el punto de vista del reciclaje. Ya eliminamos los plásticos de un solo uso, pero aún tenemos mucho camino que recorrer. Especialmente estamos viendo cómo reducir el uso de papel”, subrayó.

El desafío más grande: transporte y viajes
La embajadora británica Faye O’Connor se refirió a cuál es el área en la que reducir la huella de carbono es más difícil.

En ese sentido, señaló: “Creo que el transporte es lo más difícil. Estamos comprometidos a cambiar los coches por vehículos eléctricos. El gobierno uruguayo aún está trabajando en la infraestructura para apoyar esta iniciativa. Hay miembros de mi equipo que están preocupados en qué sucedería si quiero visitar el interior, por ejemplo, y cómo lo haré en un coche eléctrico. Ya hablé con el nuevo ministro de Medio Ambiente (Adrián Peña) y estoy segura de que este gobierno tiene el compromiso de aumentar su red de cargadores para coches eléctricos”.

Además, O’Connor, indicó que otro de los desafíos son los viajes al exterior.

“Veo a los viajes internacionales como un punto difícil a resolver. Con la pandemia aún no estamos viajando, pero por nuestro trabajo, acostumbramos hacerlo. También tenemos funcionarios que desempeñan tareas regionales y su trabajo implica viajar por diferentes embajadas británicas en la región para cubrir ese espacio. Creo que eso sería lo más difícil de cambiar”, añadió en diálogo con El País.

El COP26, un compromiso mundial
En 2021, entre el 1° y el 12 de noviembre, Reino Unido e Italia organizarán la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP26. El encuentro internacional estaba previsto para este año; sin embargo, fue pospuesto a causa de la pandemia por COVID-19.

Sobre la conferencia internacional que se celebrará en su país, Faye O’Connor señaló: “Para mí es importante que redoblemos nuestros esfuerzos antes. Estamos en un momento donde la comunidad internacional verá si estamos en el camino para bajar nuestras emisiones”.

La embajadora en Uruguay resaltó que “la ciencia dice que aunque estamos en un camino hacia un mundo mejor, pero aún tenemos que hacer un esfuerzo, porque se prevé un aumento de temperatura que alcanzaría los tres grados y eso podría arruinar la forma de vida de las generaciones”.

Ayudando a Uruguay a ser referencia
Faye O’Connor sostuvo que Uruguay es un país que tienen condiciones favorables para dejar de lado el uso de energías no renovables y apostar a las renovables.

“Desde que empezamos a medir la huella de carbono teníamos la facilidad de saber que las fuentes públicas de energía muchas veces provenían de renovables”, destacó.
Además, indicó que las condiciones de Uruguay, donde hay muchas horas de sol en ciertas épocas del año y que el invierno no sea tan largo, ayuda, por ejemplo, para el uso de paneles solares.

”No solo estamos comprometidos a cambiar nuestra huella de carbono sino ayudar a Uruguay a cambiar su trayectoria y que sea un país de referencia en la región, que también creo que es posible”, aseguró O’Connor.

Fuente: El País