Desde 2012, el movimiento Food Revolution, creado por el chef inglés Jamie Oliver, tiene sus representantes en el país. Un equipo multidisciplinario compuesto por expertos son los encargados de difundir en escuelas y liceos la necesidad de una alimentación balanceada, enseñando a cocinar de una manera divertida.

Uruguay tiene como representantes a la chef Elsa Manelphe, Laura Rosano (directora de Verde Oliva, dedicados a realizar talleres y menúes) y Diego Ruete (encargado de Petit Gourmet, dedicado a la enseñanza de niños y la promoción de una alimentación saludable).

Como representante de Food Revolution para Latinoamérica, Ruete encabezará las actividades del movimiento, que se coronan el próximo 15 de mayo con el Food Revolution Day, un día que se celebra en todo el mundo acompañados por el mediático chef Oliver.

Ruete combina sus propias actividades, Petit Gourmet y Huertas Orgánicas, con la iniciativa de Food Revolution. “Nos dedicamos a fomentar el consumo de frutas y verduras. Estos son espacios donde la huerta y la cocina se transforman en agentes, que buscan el aprendizaje de conocimientos científicos, de valores, hábitos y por supuesto, de salud”, contó a El Observador.

Entre los grupos que visitan su huerta y quienes reciben sus clases en 50 instituciones del país, Petit Gourmet trabajó con unos 5.000 niños. “Queremos que la huerta y la cocina sean tomadas como aulas de clase, ese sería nuestro objetivo”, dijo Ruete.

En el comienzo de las actividades del año para Food Revolution, Ruete y un equipo compuesto por nutricionistas, un fotógrafo y varios voluntarios, visitaron por primera vez un liceo. El elegido fue el Liceo Suárez, donde enseñaron a 85 adolescentes de 3º año la receta del pan de la huerta: un pan relleno de vegetales.

“A mí se me mezclan los papeles”, explicó Ruete. “Mi trabajo es este, pero con Food Revolution hago lo mismo con escuelas públicas, ONGs o aquellos que no puedan acceder de manera privada. Llevamos la experiencia de cocinar como una semilla para generar algo que lleven a sus casas y prospere en familia”, afirmó el chef.

Como objetivo para este año, Food Revolution Uruguay quiere duplicar su asistencia y llegar a 800 niños. Sin embargo, no es una tarea fácil. “Lo que nos cuesta mucho a nosotros es ceder nuestro tiempo, así como también la logística para llegar a la institución con todo lo necesario. Por eso siempre estamos buscando apoyos”, contó Ruete.

Para el Food Revolution Day planean visitar una escuela de tiempo completo para intervenir y mejorar su almuerzo tradicional, con la participación de los mismos alumnos.

A nivel de visibilidad, el boca a boca, así como también las redes de Food Revolution, han servido para dar a conocer su trabajo y, sin embargo tiene una contra: el idioma. “Nos estamos perdiendo llegara mucha más gente por un tema del idioma. Necesitamos tener todo el material que genera la organización en español”, afirmó.

Fuente: El Observador