Sus ejemplares sobresalen en las principales exposiciones internacionales.

La eficiencia de los criadores de caballos Árabes de Uruguay es innegable. En pocos años de actividad varios haras locales lograron posicionarse con sus reproductores entre los mejores del mundo. Uruguay tiene menor cantidad de ejemplares que los países más reconocidos, pero el nivel es muy similar, según destacó a El Observador el presidente de la Sociedad de Criadores de Árabes del Uruguay, Daniel Pastorino.

El martes 10 de enero concluyó la 31ª Semana Internacional del Caballo Árabe, que comenzó el martes 6 con una carrera en el Hipódromo Nacional de Maroñas y que luego continuó con diversas actividades de pruebas funcionales y de conformación o halter, donde se comprobó el alto nivel de los reproductores.

“Brasil es la primera potencia en caballos Árabes en Sudamérica, pero Uruguay está muy a la par. En Brasil hay más cantidad, pero en calidad estamos muy parecidos. A nivel mundial Estados Unidos es el país que más se destaca, pero hay tres haras uruguayos que están compitiendo en Estados Unidos y en Europa y ganando premios de gran destaque”, remarcó Pastorino.

El criador recordó que Haras Los Palmares ganó campeonatos estadounidenses hace algunos años, recientemente Haras Doña Cecilia ganó el bronce en la Copa del Mundo en Las Vegas y Las Rosas obtuvo el campeonato mundial en París. “Son sangres de primer nivel que están viniendo a Uruguay, y generación tras generación se ven mejorías en la raza”, destacó.

La importación de semen congelado le brinda a los haras la posibilidad de incorporar nuevas sangres. Los dos padres más utilizados en la actualidad son Marwan Al Shaqab, semental de referencia mundial que le pertenece a un reconocido haras de Emiratos Árabes Unidos, y Magnum Psyche, padrillo que está en Estados Unidos pero que le pertenece al argentino Fernando de Santibañez.

Para Pastorino un buen caballo Árabe debe servir para hacer todas las actividades. Deporte, paseo o trabajo. Debe tener buenos ollares que le permitan respirar bien, un cuello alongado que le facilite su movimiento y traslado, ojos grandes que lo hagan ver muy bien y el lomo corto. Señaló que el caballo Árabe tiene una costilla menos y una vértebra menos que los ejemplares de las demás razas, lo que hace que el lomo sea más corto, impidiendo que se curve hacia abajo y así sea más resistente. Además remarcó que los buenos aplomos también son fundamentales porque un caballo sin buenas patas y buenas manos no sirve de nada.

Por último señaló la belleza, armonía y movimiento, además de su buena relación con el ser humano, incorporada tras miles de años de convivencia en el desierto. Y es por eso que el caballo Árabe es muy inteligente y aprende enseguida cualquier tarea, de forma mucho más rápida que cualquier otra raza, aseguró.

Hotelería

Pastorino destacó el crecimiento de los centros de entrenamiento en Uruguay, que juegan un rol fundamental brindándole un servicio a la gente que le gusta los caballos y no tiene donde ubicarlos o no tiene tiempo para cuidarlos. La presencia de estos centros permite que nuevos criadores puedan sumarse a la actividad, ya que enviando allí a sus caballos se asegura que estarán cuidados, alimentados y entrenados, y a costos accesibles.

Fuente: El Observador