Se carga hoy el primer contenedor con 50.000 kilos de carne vacuna uruguaya a Corea del Sur, tras la apertura del mercado que estuvo cerrado 13 años.

El primer embarque con carne bovina uruguaya hacia Corea del Sur partirá el próximo domingo, pero el contenedor con 50.000 kilos de cortes del delantero bovino se carga hoy, con la presencia del embajador de Corea del Sur en Uruguay, Yeon-Choong Choi y la del presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Luis Alfredo Fratti.

Corea del Sur cerró sus puertas a la carne bovina uruguaya cuando Uruguay fue sacudido en el 2000 por un foco de fiebre aftosa que solo afectó el departamento de Artigas. Este primer sondeo del mercado coreano para la carne uruguaya que ahora va desosada y madurada -en 2000 entraba con hueso e incluso iban menudencias- se hace a través de un negocio entre Frigorífico Pando y uno de las principales empresas coreanas dedicadas a la importación del producto que estuvo visitando varias plantas locales semanas atrás.
El Director Comercial de Frigorífico Pando, Eduardo Urgal, dijo a El País que la empresa que dirige estaba lejos de ser la primera en abrir el mercado. «Los importadores se iban de Uruguay sin haber podido hacer ningún negocio, así que hicimos un esfuerzo los dos y concretamos el negocio. La idea es empezar a sondear el mercado, concretando un punto de encuentro para que no se fueran con las manos vacías», afirmó.

Consideró que a futuro, Corea del Sur puede ser un mercado interesante. Los coreanos tienen mayor experiencia en el consumo de carne vacuna.

Tras la habilitación de los primeros frigoríficos uruguayos en 2012 para exportar a Corea, la meta de Uruguay es concretar este año, el envío de una segunda misión de inspectores coreanos para habilitar más plantas exportadoras.

El próximo 10 de mayo, el Instituto Nacional de Carnes prepara una nueva degustación de carnes bovinas uruguayas en Corea del Sur, en el Hotel Hayatt, con el apoyo de Solis Meat, para darle un nuevo impulso al producto. Viajará un chef uruguayo para trabajar con el parrillero coreano y mostrarle el punto justo de cocción de los cortes que se utilizarán en la degustación.

Fuente: El País