El presidente de Zonamerica, Orlando Dovat, participó en representación de Uruguay en la premiación mundial de Ernst & Young al emprendedor del año y compartió su experiencia.

El pasado fin de semana, Mónaco se vistió de fiesta para recibir la ceremonia de entrega del Entrepreneur of the Year (el Emprendedor del Año), una competencia que desde hace más de dos décadas organiza la firma de servicios profesionales Ernst & Young para reconocer el espíritu emprendedor. Tuve el gran orgullo de representar a Uruguay en el encuentro, luego de haber sido distinguido el año pasado como el Emprendedor del Año en mi país, por mi participación en la fundación y desarrollo de Zonamerica.

La experiencia que viví fue muy emocionante. Por primera vez Uruguay participaba en la entrega del Entrepreneur of the Year, y sentí la responsabilidad y el honor de representar al país, al empresariado uruguayo, a Zonamerica y a todo el equipo que está detrás de mí, respaldando a la compañía.

En el emblemático Hotel Ermitage, entre actos circenses del Cirque de Soleil, se realizó la entrega de premios a los 49 competidores de cada uno de los países que participaron en el encuentro.

Con La Cumparsita de fondo, recibí un trofeo que testimonia mi incorporación al World Entrepreneur of the Year Hall of Fame (El salón de la fama del Emprendedor del año mundial).

Previamente, todos los candidatos a Entrepreneur of the Year habíamos presentado, en tan sólo dos minutos, la historia de nuestra compañía ante un jurado conformado por destacados representantes del ámbito empresarial de todo el mundo.

El ganador fue el representante de Estados Unidos, un empresario de origen turco-norteamericano de nombre Hamdi Ulukaya. Se lo merecía, porque es un exponente claro del american dream (sueño americano). Ulukaya llegó a Estados Unidos como un pobre inmigrante y en tan sólo cinco años logró crear su propio negocio, una fábrica de yogurt.

Con el paso del tiempo su producto, con la marca Chobani, se transformó en el yogurt más vendido de los Estados Unidos.

Fuente: El Observador