Para crear el índice, el Instituto Milken evaluó la oportunidad general de inversión a través de 96 variables organizadas en 5 categorías y en 14 subcategorías.
El Índice Global de Oportunidades del Instituto Milken, que analiza el potencial de los países para atraer inversionistas extranjeros, emitió su edición correspondiente al 2021. En esta evaluación, Chile ocupó el primer lugar dentro de los países de América Latina, mientras que Uruguay se posicionó en el segundo puesto.
En la lista, para completar a los cinco primeros, siguen Costa Rica, México y Panamá. En la punta contraria, los tres últimos lugares están ocupados por Belize, Surinam y Venezuela en orden decreciente.
A nivel global, los países con las mejores posiciones fueron Suecia, Reino Unido, Estados Unidos, Países Bajos y Suiza.
La evaluación anual utiliza 96 variables, incluidas las perspectivas macroeconómicas, el potencial para la innovación y desarrollo futuros, el acceso a los servicios financieros y el cumplimiento de los estándares internacionales para ofrecer un análisis prospectivo del potencial de la inversión extranjera en 145 países.
La novedad de este año es que el informe adjunto se centra en América Latina, región que está preparada para la inversión y donde una afluencia en el capital podría completar el ahorro interno, ayudar en la creación de puestos de trabajo y fomentar la innovación.
América Latina tiene un buen desempeño en dos áreas claves, en comparación con las otras economías en desarrollo y emergentes: 1) la fuerza laboral diversa y altamente calificada y 2) la amplitud y profundidad de los sistemas financieros de la región.
«El Índice Global de Oportunidades mide el atractivo que un país tiene para los inversores extranjeros en función de cinco grandes categorías que brindan a los inversores las herramientas para determinar su propia tolerancia al riesgo», manifestó Claude Lopez, PhD, autor del informe y jefe del departamento de Investigación en el Instituto Milken.
«Estos factores incluyen, por ejemplo, comprender si las instituciones existentes promueven la actividad empresarial, la solidez de sus marcos macroeconómicos, la confiabilidad de sus tribunales y el grado de transparencia en sus instituciones», agregó.
Históricamente, los países que tienen ingresos altos han tenido un buen desempeño en el Índice Global de Oportunidades, lo que destaca su capacidad de recuperación general, la fortaleza de sus instituciones económicas y la norma de derecho.
Con respecto a Chile, este país recibió la clasificación más alta de la región, debido a su alto rendimiento en todas las categorías medidas, en particular, con respecto a lo amigables que son sus instituciones con los inversionistas extranjeros. Uruguay, Costa Rica, México y Panamá completaron los cinco primeros países de América Latina, en ese orden.
La novedad de este año es que el Índice Global de Oportunidades agregó siete variables que capturan el avance hacia la economía digital, incluido el porcentaje de hogares con acceso a Internet. Estas nuevas variables ofrecen información sobre qué países están más preparados para beneficiarse de la digitalización de la economía mundial, algo positivo para los futuros inversores.
El Índice Global de Oportunidades evalúa además las fortalezas y desafíos de cada país según el apoyo que sus instituciones y políticas le dan a la inversión extranjera. Una región puede tener un buen desempeño en una categoría específica, sin embargo, puede haber diferencias drásticas en el desempeño dentro de una región. En América Latina, esto es evidente cuando se compara a los países al momento de adaptarse a los estándares internacionales e integrarlos dentro de la comunidad internacional.
«Al ubicarse en la parte superior del índice, estos países señalan la resiliencia de sus instituciones», agregó Lopez. «Esto indica un nivel de confianza en la capacidad que tendrán para recuperarse luego de la pandemia, lo que los convierte en una apuesta que podría más segura para los inversores en un momento de incertidumbre global».
Cómo se evalúan los países
Para crear el índice, el Instituto Milken evaluó la oportunidad general de inversión a través de 96 variables organizadas en 5 categorías y en 14 subcategorías.
Las cinco categorías principales incluyeron lo siguiente: Percepción empresarial, servicios financieros, normas y políticas internacionales, fundamentos económicos y marco institucional.
Las variables dentro de estas categorías midieron todos los ángulos del potencial de inversión de un país, incluida la apertura de la economía y el desempeño, la transparencia, y el talento y diversidad del personal.
Las fuentes de datos incluyen el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el intercambio global de datos en salud (Global Health Data Exchange).
Fuente: El País