“A pesar de los valerosos esfuerzos y significativos avances, aún estamos lejos de hacer lo mejor”, dijo el vicecanciller José Luis Cancela, en favor de las víctimas civiles de conflictos armados en el mundo. En un debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, presidido por Uruguay, abogó por más esfuerzos para garantizar la protección de refugiados y desplazados ante la “crisis humanitaria sin precedentes” que se afronta.

Cancela moderó el debate abierto denominado “Protección de civiles en conflictos armados”, convocado en Nueva York por Uruguay, en su calidad de presidente temporal este mes del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). El próximo martes 26 hará lo propio en otra reunión similar el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa.

Como oradores principales en el encuentro del martes 19 participaron el secretario general adjunto de la ONU, el sueco Jan Eliasson, la vicepresidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, la suiza Christine Beerli, y la asesora senior de Políticas Humanitarias de Oxfam, la holandesa, Eveline Rooijman.

La protección de civiles en conflictos armados “tiene que ver con el derecho humano más elemental como es el derecho a la vida”, dijo Cancela en parte de su alocución inicial ante el panel que involucró a más de 70 países, lo cual marcó la relevancia que la comunidad internacional otorga a la protección de civiles.

“Este tema afecta la más básica credibilidad y esperanza en esta organización por parte de millones de personas que viven en situación de conflicto, por lo cual este debate tienen un alcance muy amplio y profundo”, apuntó.

Para Cancela, la problemática “puede ser encarado desde diversos ángulos y nos encuentra a cada uno de nosotros ubicados en distintos papeles y con énfasis diversos”. Explicó que a todos comprende el deber moral y jurídico de hacer todo lo que esté a su alcance para asegurar que en estas situaciones se desplieguen todos los esfuerzos disponibles para garantizar la máxima protección posible y reducir al mínimo la exposición y el riesgo de las poblaciones civiles.

“A pesar de valerosos esfuerzos y significativos avances, estamos muy lejos de estar haciendo lo mejor que podemos”, advirtió.

“El último informe del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destaca que ‘la mayoría de los conflictos armados actuales se caracterizan por niveles estremecedores de brutalidad y un burdo desprecio por la vida y la dignidad humanas’”, recordó.

“La muerte, la tortura, el reclutamiento de niños soldados, las desapariciones forzadas, la violencia sexual y de género, las ejecuciones sumarias y extrajudiciales, los ataques contra escuelas y hospitales (y el uso para fines indebidos de estos establecimientos), así como los atentados contra el personal humanitario, son algunas de las dramáticas situaciones que hoy siguen afectando a la población civil, especialmente a mujeres y niños”, afirmó Cancela.

La mayor crisis humanitaria de la historia del mundo

“Como consecuencia directa de la escalada de violencia el mundo asiste hoy a una crisis humanitaria sin precedentes, con más de 60 millones de refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo alrededor del mundo, lo cual constituye la cifra más alta que jamás haya existido”, enfatizó el vicecanciller Cancela.

Indicó, además, que la protección de civiles continúa siendo uno de los mayores desafíos que enfrenta el sistema de la ONU, “cuestión comprensiva que incluye corolarios igual de importantes como son la situación de niños en conflictos armados; la violencia sexual y de género y la agenda de Mujer, Paz y Seguridad”.

Para afrontarlos resulta imprescindible asegurar los aspectos más básicos, entre los que se encuentran el respeto y la implementación del Derecho Internacional Humanitario, concretamente de las cuatro Convenciones de Ginebra y los dos protocolos adicionales, en todos los escenarios donde existan conflictos armados, y estos instrumentos sean aplicables.

Otra cuestión básica es la prevención. “Prevenir las violaciones masivas de los derechos humanos es un asunto complejo, pero parece ser más recomendable”, sostuvo.

El representante de Uruguay saludó la iniciativa de Ban, denominada “Los derechos humanos primero”, que se centra en la necesidad de una pronta respuesta a los refugiados, un plan de acción preventivo que proteja a los civiles en los conflictos armados y una mejor preparación organizativa para afrontar la situación.

Ese plan sitúa la mejor preparación del sistema de la ONU y las acciones preventivas para asegurar el respeto de los derechos humanos y prevenir los conflictos, reafirmando el papel central que desempeñan el tema en el trabajo del foro mundial.

Cancela insistió en que “la lucha contra la impunidad que gozan los perpetradores de los peores actos de violencia es una obligación de todos, por lo cual remarcamos la importancia de la rendición de cuentas como elemento fundamental para la prevención, haciendo uso de los diferentes órganos establecidos para ello por la comunidad internacional como la Corte Penal Internacional”.

“Los crímenes no deben nunca ser tolerados ni pueden quedar impunes indistintamente de quien los haya cometido”, alertó.

En otro tramo de su presentación en el debate, precisó que hace más de 15 años que la ONU reconoce que los ataques dirigidos deliberadamente contra las poblaciones civiles u otras personas protegidas y las violaciones sistemáticas, manifiestas y generalizadas del Derecho Internacional Humanitario en situaciones de conflicto armado pueden constituir una amenaza para la paz y seguridad internacionales.

Operaciones de mantenimiento de paz

“Como país contribuyente de tropas consustanciado con la tarea de protección de civiles, permítanme poner el foco en el rol de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, pues es importante reconocer los avances que hemos logrado en los últimos años”, indicó el vicecanciller uruguayo.

“Uruguay, consciente que se trata de una actividad multidimensional y en la que actúan numerosos actores, ha puesto su grano de arena desde hace varios años para lograr el consenso más amplio posible en relación a este tema y, para que la protección sea efectiva, todos los eslabones de la cadena deben ser fuertes”, abundó.

Cancela dijo sentirse orgulloso “del trabajo que nuestros Cascos Azules (efectivos de ONU en misión de paz) realizan en el terreno y del debate franco, abierto y constructivo que junto con Australia hemos promovido desde comienzos de 2009”.

“Sin embargo, a pesar de los avances, como lo dice el informe del Panel Independiente de Alto Nivel sobre Operaciones de Paz, los resultados en el terreno han sido disímiles, con una brecha creciente entre las expectativas y la implementación”, puntualizó.

Uruguay entiende que la Asamblea General de la ONU y todos sus órganos relevantes, incluyendo el Consejo de Seguridad, deben llevar a cabo una discusión profunda de las recomendaciones contenidas en el Informe del Panel Independiente, liderado por Ramos Horta, presidente de Timor Oriental entre 2007 y 2012 y ganador del Premio Nobel de la Paz en 1996.

Fuente: Presidencia