Es que el aroma de la carne preparada a las brasas y el fuego encendido en el parrillero a la vista del público son atractivos casi irresistibles”, confesó a El Observador el chef Rodrigo Fernández, quien ayer trabajó un buen rato en Uruguay Natural Parrilla Gourmet en el pabellón de Uruguay en la Expo Milán 2015.

Todos los días el restaurante que promociona la carne uruguaya para un público procedente de todo el mundo se llena de comensales. “Ayer hicimos 800 cubiertos”, reveló Fernández, quien aseguró que en el primer mes de la muestra universal dedicada a la alimentación y la promoción de más de 140 países ya probaron la carne uruguaya casi 15 mil personas.

“Es excepcional la carne. No hay otra igual en el mundo”, aseguró ayer un comensal mexicano que almorzó con su esposa en la parrilla. No fue un elogio más para las 30 personas que trabajan en la parrilla desde que la muestra abrió el 1º de mayo pasado. Fernández contó que “el comensal mexicano, que había llegado a la Expo Milán desde Guadalajara, se jactó de ser un conocedor porque ha visitado otras exposiciones por el mundo”.

Al mexicano también le gustaron los vinos uruguayos que ofrece la franquicia del Instituto Nacional de Carnes (INAC), que también promociona el agua natural virgen y el aceite de oliva producido en Uruguay. “La primera opinión que tenemos es muy positiva”, agregó Fernández acerca de cómo marcha la parrilla.

Las primeras anécdotas que ha registrado Fernández también incluyen a personas que vienen especialmente a comer desde el centro de Milán a la parrilla de la exposición, que queda en las afueras de la ciudad. “Uno de ellos vino ocho veces a cenar en el primer mes”, contó el chef, y agregó que los organizadores de la Expo decidieron que después de la hora 19 la entrada baja de 39 euros a solo cinco para atraer visitantes en la noche, “lo que favorece venir a cenar a la parrilla”.

De todas maneras, un plato de carne en la parrilla ronda los 40 euros ($ 1.200), lo que marca el nivel de los comensales que la visitan. A la carne, que se sirve con papines rellenos, boniato glaseado y salsas, hay que agregar la entrada –vegetales a la parrilla– y los postres que son los típicos uruguayos (Martín Fierro y flan con dulce de leche). Y los buenos vinos de varias bodegas uruguayas.

Fuente: El Observador